Un descanso de la seriedad como es el verano… Los aretes son una parte clave de mi estilo personal. Me fascina encontrar joyería única de materiales poco usuales cuando viajo. Mis aros de recuerdos son fáciles de poner en la maleta. No son frágiles como la cerámica ni toman tanto espacio como una pintura. Aretes de mercados al aire libre y talleres pequeños en España y América Latina son mis favoritos. La cualidad artesana, hecho a mano de cada par me apoyan con el amor en que estan hechos estas obritas de arte. Mis aretes preferidos reflejan mi personalidad en vez de una moda pasajera. La mayoría están un poco largas, hechas por materiales naturales como la plata, piedras semi-preciosas, madera, a veces oro.
Veo la nonegenaria (tiene 97) reina de la moda, Iris Apfel, quien cree en ornamentarse para expresarse y su creatividad. Es el documentario sobre su vida, ella expresó lo que mi corazón sabía. En mis palabras: Soy el lienzo y debo pintarme el cuerpo con colores fuertes y decorarme todos los días. En cada alba sigo mi corazón en un acto nuevo de creación.
Hoy uso aretes que son un tributo de una artista argentina a los dibujos de una cultura nativa antigua de Patagonia. Me gusta como corre con alegría el glifo del pájaro. Los compré después de ver el Glaciar Perito Moreno en el sur de Argentina. Más sobre los aretes de recuerdo que duermen en el estante acrílico (regalo de mi papá) en la foto arriba en los días que vienen.
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