Evan me regaló este conjunto bonito, aretes y un collar de lapislázuli, nuestro tercer aniversario matrimonial que celebramos en el fin del año en Chile. Me encanta el fondo con la forma de cheurón para las piedras. Están conectadas por bisagras que dan más movimiento a la pieza. Los chilenos tienen derecho de estar orgullosos de la belleza de su lapislázuli, la piedra nacional chilena. Se halla en muy pocos lugares de mundo; Afganistan, Chile y Rusia son las fuentes principales. Prefiero el lapislázuli chileno por su color cobalto con pecas grises por contraste.
Los pintores usaron lapislázuli para crear el color ultramarino. Los egiptos valoraron esta piedra semi-preciosa tanto que formaba parte de la máscara de muerte del Rey Tutankamón. En Egipto, conectaron esta piedra con Maat, la diosa de la verdad.
¿Es posible que las piedras que usamos sobre nuestra persona nos den influencia? No tengo prueba científica, pero hoy si siento que el amor y la verdad me rodean. ¡Gracias, Evan! ¡Gracias, Chile!
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¡Muy agradecida, companer@s!
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