
¿Por qué es tan exitoso Disney con su negocio de princesitas? ¿Cuál es el sueño que realiza para las niñas? ¿Quieren vestirse con vestidos bonitos? ¿Quieren castillos? ¿O es que quieren sentirse poderosas, con una voz firme? Tenía sueños yo de casarme con un príncipe azul cuando era niña. Eso antes de los planes de Disney para dominar el mercado con sus películas frecuentes de princesitas completas con mercancía de vestidos y muñecas. Eran los setentas. Mis papás me compraron el disco de vinilo de la Bella Durmiente de Disney. Lo toque una y otra vez. Vestida en mi capa de terciopelo anaranjado y corona de aluminio, cantaba con las canciones “Quisiera” y “Algún día vendrá mi principe azul”.
Le pregunté a mi mamá quienes eran los príncipes disponibles para casarse. Ella me dijo que las mejores opciones en Europa eran el Príncipe de Gales, Charles; Felipe, el príncipe de España; Albert, príncipe de Monaco o Philippe de la Bélgica. Charles y Felipe eran los más guapos cuando los vi en mi revista de Seventeen Magazine. (Como eran los días del impreso, no encontré las fotos en línea, para fotos parecidas, haz un clic en Charles o Felipe.)
Yo era obsesionada con la monarquía, tapices, y vestidos de tulle. Adoraba la boda de Diana y Charles en 1981. Como era Diana, quería sentirme elegante, respetada, adorada. Pensé, si yo fuera una princesa, me sentiría hermosa. De hecho, pensé que tenía que casarme con un hombre poderoso para ser la capitana de mi destino, soberana de mi futuro.
Lastimablemente, vi como sufría la princesa Diana en el centro de atención. Me destrozó darme cuenta que mi puesto ideal, ser princesa, era un empleo sin privacidad y quizás sin amor verdadero. Mis sueños tenían que cambiar. Lo que me di cuenta después de la escuela secondaria era, obtener la mejor educación que mi familia me podía ofrecer me haría la capitana de mi destino, soberana de mi futuro, mucho más que con quién me casaría.
La boda real de Harry y Megan era bella y me encantó verla. No tengo envidia de su falta de privacidad, pero si veo en sus ojos amor verdadero entre ellos. Megan está acostubrada a fotógrafos y admiradores de su carrera como actriz. El camino real le cabe en una manera que yo como persona privada, introvertida, no me cabería nunca. Estoy contenta como escritora. Yo produzco un ensayo en mi voz, ¡sin las redacciones de la Reina de Inglaterra! Un hombre no me rescató, me salvé a mí. Puedo vivir mi sueños en el camino que escogí. Tengo el poder de la palabra.
¿Cómo te imaginabas cuando eras niño o niña?¿Y ahora?