Cuando fui a Europa a los veinte años, no sabía si podía sobrevivir sola. Me sorprendía como viajar a solas me preparó a ser autónoma en la vida. Cuando estaba viajando sola, tenía que hacer decisiones claves. ¿Por dónde iba a comer, beber y dormir? Los músculos que usé en acto de decidir se formaban, porque estaba fuera de mi hábitos y rutinas. Escogí, actué y tuve éxito o fracasé, y escogí de nuevo. Comunicando con desconocidos, tuve que proceder y interactuar  para alcanzar la meta de cafe con leche o un hostal para la noche. Practicando, evaluando, aprendí quien era yo, lo que quería y como realizarlo.

Nuevos costumbres para comer y dormir me provocaban a repensar lo usual. En España, comen a las 8 am un desayuno ligero, a las 2 pm un almuerzo fuerte, y a las 9 de la noche una cena moderada. Mi estómago reaccionó con mucha sorpresa a estos cambios, pero por fin llegó a un balance nuevo después de cuatro meses. Nuevas comidas me tentaron; aprendí nuevos favoritos como tortilla española, (omeleta de papa y cebolla), flan, y calamares. Adapté al menú nuevo, me acostumbré a a la siesta de la tarde y a planear mis días. Aprendí a expresar lo que quería con gestos, piccionario, o números escritos, cuando no sabía las palabras.

La vida está dominada por los valientes. Cuando creemos que podemos viajar, alimentarnos, y buscar alojamiento sin la ayuda de amigos o parientes; la sensación de ser capaz nos lleva a sentir más autoestima. Sabemos decidir, y sabemos proceder a otra opción cuando no y decidir en otra cosa. Lo deseo para todo el mundo; ir a un lugar nuevo y mostrarte que tan capaz y valiente eres.

¡Gracias por leer Fake Flamenco! ¡Olé! -Rebecca

Para leer más ensayos en español, haz un clic en Ensayo blog en español.